Archivos Mensuales: agosto 2012

Lo que amo

Hoy, cuando iba en el bus camino a la Universidad, mis sentidos notaron un cambio en el ambiente que veo casi a diario. Una zona verde, adornada con bellos árboles dentro de una empresa cuyo nombre desconozco. Resulta agradable a la vista, la belleza de la naturaleza en contraste con un lugar tan contaminado como la ciudad.

Pero no fue eso lo que capturó mi atención. No, fue el nivel desigual de pasto que se fundía con ese olor tan característico de la hierba que se acaba de cortar. Inspiré hondo, cerrando levemente los ojos, una tenue sonrisa dibujándose en mis labios. Amo el aroma del pasto recién podado. Y luego caí en cuenta de cómo las cosas más ínfimas y las tan aparentemente significantes pueden resultar dando un giro de ánimo tan extraordinario y un cambio al curso del día que es simplemente fantástico.

Durante el resto del recorrido, encontré enlistando mentalmente lo que amo. Hechos «insignificantes», asuntos superficiales, gastronomía atravesada, y de esos que le mueven a una el alma. Me sorprendí de que pudiese decir que amaba tales cosas, y tuve la ansiosa necesidad de compartirlo en alguna parte. 

 

Así que, lectores; absurdo o no, pienso publicar en Twitter estas pequeñas frases que enfrasquen mi amor por algo. Lograré alegrar mi día, y quizá, tan sólo quizás, el de otra persona.

 

Fernanda

Mi cuenta en Twitter

 

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Volveré

Perdón por la desaparición adrede. Omitiré la insulsa excusa del ‘no he tenido tiempo’ y les dejaré saber, lectores fantasmas, que la distracción y la pereza son aptitudes -por así decir- innatas del ser humano. Una excusa mucho más gustosa, ¿A que si?

He decidido olvidar el uso de Blogspot, al menos para el uso personal -puesto que pronto empezaré un colectivo con otras cuatro chicas y espero, lectores fantasmas, me visiten-. Si bien tiene una buena plataforma, el blogspot, no logró captar mi atención. No tanto como el WordPress me está agradando, además.

Así que, convertiré este blog no sólo en un lugar para publicar escritos sino también para mostrarles el resto de mi ser, figurativamente hablando.

 

Sin más que decir -que logre recordar, al menos- los dejo. Espero su fantasmagórica esencia no se haya sentido incordiada por mi repentina re-aparición.